viernes, 19 de julio de 2024

LA BARAJA DE LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ EDITADA EN 1822. LA BARAJA COMO FUENTE HISTÓRICA.

En este artículo pretendo convertir un objeto inusual como una baraja de cartas en una fuente histórica valiosa. Resolver preguntas como: ¿En qué medida los objetos cotidianos pueden ser fuentes de investigación que nos aporten información sobre el proceso histórico y las personas que los utilizaron? o, en concreto ¿Hasta qué punto una simple baraja de cartas nos permite conocer aspectos de la vida cotidiana..., la formación artística..., las ideas políticas... y los vínculos sociales en la Barcelona de 1822? Para ello voy a utilizar la conocida como baraja de naipes constitucional, editada en 1822

    Estuche de la baraja constitucional de 1822, reeditada por ediciones De la Torre en 2004.



El objeto, una baraja de cartas, como fuente histórica para entender un contexto.

Inicialmente, podríamos pensar que este objeto curioso podría ser una fuente indirecta para la indagación histórica pues aporta valor para tratar aspectos de la sociedad del Trienio Liberal como la vida cotidiana en relación con el juego. Por ejemplo: 

  • Podría ilustrarnos sobre los hábitos y el disfrute del ocio del cuerpo social, pues el juego con cartas era distracción habitual entre los españoles desde el final de la Edad Media. Se podía ver en las tabernas y en la intimidad de las viviendas, tanto en las palaciegas como en las más humildes. Sin duda, las cartas eran populares por la versatilidad de juegos que se podían trazar con ellas y porque se podían adaptar a la necesidad del momento y de los jugadores. Con los naipes se podía jugar con reglas muy sencillas, al alcance de cualquiera, donde el azar fuera quien dictaminara el ganador. Pero también, se podía disfrutar de juegos más elaborados, donde factores como la estrategia, el conocimiento de las reglas y de las dinámicas del juego, la inteligencia del jugador, el conocimiento de los contrarios y el arrojo, resultaban determinantes para decidir el resultado. En el caso del mazo de cartas que traemos como fuente, la baraja podría ser utilizada para juegos cotidianos tanto de las clases populares como de las más ilustradas. Pero el hecho de que en ella se introduzcan textos con artículos de la Constitución de 1812, implica que el destinatario implícito son los ciudadanos comprometidos con las ideas del nuevo régimen liberal, que además sabían leer y apreciar los mensajes.
Jugadores de cartas. Lucas Van Leyden. 1520. Óleo sobre tabla. 29,8 x 39,5 cm. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. El juego de cartas puede ser utilizado como una alegoría de la vida, del amor o de la política. 
  • La baraja de naipes también se podría analizar desde una perspectiva económica.  Sabemos que, al menos desde el reinado de Felipe II, el Estado español tenía el control de la fabricación de este objeto y de su comercialización (estanco). La Corona tenía el monopolio de la edición de naipes y otorgaba una autorización expresa a los talleres que los fabricaban. Esta medida buscaba garantizar que los mazos no fueran manipulados, evitando así posibles trampas y engaños en su diseño y las consecuentes reyertas entre los jugadores por ello. Además, el Estado  recibía ingresos tanto por la fabricación como por su venta. El monopolio estatal finalizó con un decreto del rey José Bonaparte en 1809, aunque se mantuvo un impuesto sobre su comercio. En el caso de la baraja que nos ocupa, fue editada como un negocio privado del propio diseñador de la baraja, Simón Ardit y Quer, y se podía adquirir en la tienda de Jaime Sandiumenge y Oliver en la calle de la Tapinería de Barcelona. El anuncio publicado por su autor en el Diario de Barcelona , especificaba que costaba 14 reales y que también podía ser adquirida en la imprenta litográfica de la de la viuda e hijos de Antonio Brusi, el que había sido editor del Diario hasta su muerte en 1821, pero por comisión. 
Anuncio publicitario en el Diario de Barcelona, n. 117, domingo 28 de abril. Última página. 
  • La baraja también podría ser contextualizada en un marco moral. Desde el punto de vista moral, un sector de la Iglesia era muy crítico con este objeto y con su práctica porque al utilizarse como juego de apuestas fomentaba el pecado de la codicia, llevaba a la perdición material de muchas personas y era fuente de blasfemias y peleas. En el caso de nuestra baraja, la intención del diseñador parece haber sido la de crear un objeto más orientado a la colección y la difusión de ideas que al juego de apuestas. Al incluir símbolos y alegorías liberales, Simón Ardit y Quer buscaba utilizar este medio tradicional para propagar un mensaje político y social más progresista. De esta manera, la baraja se convertía en un vehículo de expresión y un reflejo de las transformaciones ideológicas que estaban teniendo lugar en la época. Así, la baraja adquiría un doble carácter: por un lado, mantenía su asociación con los vicios y peligros morales denunciados por la Iglesia, pero por otro, se reinventaba como un objeto de coleccionismo y de difusión de ideas, alejándose de su uso más pecaminoso. Esta tensión entre lo tradicional y lo moderno, entre lo sacro y lo profano, es lo que le confiere a nuestra baraja un particular interés histórico y cultural.

Caravaggio Jugadores de cartas, 1594. Óleo sobre lienzo, 94,2 x 130,9 cms. Museo de Arte Kimbell. La pintura muestra a joven elegantemente vestido pero poco mundano jugando a las cartas con otro joven de su edad. Este es un tahúr o fullero, tiene cartas adicionales metidas en su cinturón detrás de su espalda, fuera de la vista del objetivo pero no del espectador. Un pícaro mayor está mirando por encima del hombro del incauto y haciéndole señales a su joven cómplice. El segundo chico tiene una daga a mano al costado por si los planes salen mal.

Lo que dota mayor valor a esta fuente histórica, desde mi punto de vista, son otras cuestiones que aportan las cartas como:

  • En primer lugar, algo insólito para una fuente histórica de la vida cotidiana: la autoría e información del diseñador. Nuestro pequeño objeto se encuentre firmado y fechado por su autorel «ciudadano» Simón Ardit y Quer. Este firma como diseñador e inventor original de la obra en el As de constitución y en el 5 de espadas y también en la carta extra de presentación. E incluso, en esta última, nos aporta más datos que nos permiten conocer mejor al creador en relación a su compromiso político, que era sargento de la sexta compañía del cuarto batallón de milicianos voluntarios de Barcelona, es decir, la Milicia nacional. Esta milicia civil fue creada para defender la Constitución, lo que revela las ideas liberales y progresistas del diseñador
  • Contexto de formación artística y vínculo con la Junta de Comercio. Simón Ardit quedó tan satisfecho y orgulloso de su obra que no sólo puso su firma en el mazo, sino que también se encargó de su publicación y comercialización a través del anuncio publicitario en el Diario de Barcelona, n. 117, domingo 28 de abril. Gracias a todos estos datos hemos podido averiguar que el autor era un artesano que cursó estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona, conocida como La  Lonja. Esta institución había sido fundada por la Junta de Comercio de Barcelona en 1775 para formar artistas que crearan nuevos diseños para la estampación de las industrias de indianas (textil de algodón) y sedas. Esto explica su capacidad técnica y artística para crear una baraja de cartas y porqué Simón Ardit esté agradecido a la Junta de Comercio de la ciudad y le haga una dedicación especial en el naipe del as de Oros/Constitución y en el anuncio del Diario. Estos datos nos revelan la relación entre el artesano y las instituciones económicas y políticas de la época.
    • En tercer lugar, sorprende la calidad del objeto. Este mazo de cartas tiene un valor estético y formal que no tienen otros de la época más vulgares. Ardit como artesano del textil se había especializó en dibujos de flores en las indianas, lo que dejó huella en el diseño florido de alguna de estas cartas (véase de nuevo el As de Oros). Pero además, en el 5 de espadas, nos especifica que tomó parte en la ejecución litográfica de la obra final. Esto es importante porque la litografía era una técnica recién introducida en España en 1820, a través de Antonio Brussi, el editor del Diario de Barcelona. De hecho, en ese año había recibido el privilegio de Fernado VII para la explotación en exclusiva de esta técnica durante cinco años. Por lo tanto, desde el punto de vista de la impresión, se puede decir que tal vez sea la primera baraja de naipes española que se hizo con el método litográfico, lo que la convierte en una pieza técnicamente innovadora. De ahí la insistencia del autor en dejar expresa la técnica y la fecha de fabricación (1822). Por tal cantidad de datos que aporta el mismo autor, se puede suponer, por tanto, que la intención del autor no era crear un objeto utilitario para el juego sin más, sino una "pequeña obra de arte" destinada a los convencidos del nuevo sistema liberal y, con el paso del tiempo, a los coleccionistas.
    En el 5 de Unión/caduceos/bastos, inscripción en filacteria: Ynpr Litogr ... de la Vª Brusi, Barna.

    • Sabemos además que la publicación tuvo bastante éxito puesto que se conocen segundas ediciones en la época y en otros talleres y ciudades en el poco tiempo que le quedó al Trienio Liberal. La edición publicada para Madrid, además de cambiar algo en el diseño de dibujo de alguna de las cartas, añade un homenaje nuevo en el 7 de 0ros/Constitución con el mensaje en texto de "VIVA EL HEROYCO PUEBLO DE MADRID" (sustituye al escudo de la ciudad de Barcelona). Facsímiles más recientes han sido publicados por el Ayuntamiento de Madrid, por Naipes de la Cigüeña (1989, en blanco y negro) y por ediciones Del Prado (2004) y la diputación foral de Álava tomando como original la que se encuentra en los fondos del Museo Founier (Álava). Las imágenes que utilizamos en este artículo provienen del original digitalizado por la Biblioteca Nacional de Francia (BnF).

    Carta de presentación de la baraja en la reedición del Ayuntamiento de Madrid donde de nuevo se vuelve nombrar a su autor y se hace mención de su rango en la Milicia Nacional. Esta reedición se caracteriza por el diseño del dorso con el lema Ayuntamiento de Madrid y el antiguo edificio de la Casa de la Villa. "FCA DE / ARDIT Y QUER / Y COMA / Baraja constitu/cional, politica, y militar / siguiendo el orden de los / cuatro palos de la antigua / con la variacion siguiente: / por Oros CONSTITUCIN / dirigido al poder legislativo: / por Copas FUERZA diri-/gido á los cuerpos nacio-/nales del exercito y milicia / por Espadas JUSTICIA / dirigido al poder ejecutivo: / por Bastos UNION diri-/gido á la nación española / Ynventada por el ciudada-/no Simon Ardit y Quer: / Sargº. 2º de la 6ª.Cª / del 4º Bn. M.V.L / [cartel·la] Dedicada á la nacional Junta de Comº de Barna".

    • Pero el mayor valor que aporta esta fuente histórica es el contenido simbólico, figurativo y textual que Ardit dotó a esta baraja de 1822. Gracias a ella podemos entender el devenir político del Trienio Liberal. De hecho, la principal contribución de Simón Ardit, por novedosa y por trascendencia histórica, es la creación de nuevos símbolos para representar los palos tradicionales y de nuevas nominaciones para los mismos. Reemplaza, además las figuras clásicas de sota y caballo por personajes históricos, y al Rey por un león rampante coronado. Por último, en las primeras cartas de los palos introduce una selección de los artículos de la Constitución que aluden al contenido simbólico de los nuevos palos.


    Cartas de la 9 a la 12 de copas/bombas/FUERZA. Nos permiten ver la calidad del diseño ornamental de esta baraja y el marcado sentido propagandístico de la misma.
    Los cuatro nuevos palos a través de la carta 2, con sus nuevos símbolos y enmarcando cartelas con artículos de la Constitución de 1812.


    La propaganda política de la baraja de Simón Ardit.

    La Constitución de 1812 y la consagración en ésta de la Soberanía Nacional fueron los elementos centrales del liberalismo hispano de la primera mitad del XIX. Este primer texto legal que se dieron los españoles, tuvo poca vigencia al ser abolido en 1814 por Fernando VII a su regreso del exilio en Francia. Tras infructuosos pronunciamiento en los años siguientes, fue restaurado en marzo de 1820, dando comienzo al periodo histórico conocido como Trienio Constitucional (1820-23). Los liberales de esta época comprendieron que para que no se regresara al anterior régimen y consolidar su proyecto político era imprescindible extender el amor entre los españoles por el nuevo régimen. Había que sembrar el mito de que la Constitución sería la generadora de progreso, riqueza y felicidad públicas. Para ello, no despreciaron ningún medio de propaganda  para hacer llegar sus mensajes políticos al pueblo: orales (canciones, dichos, obras de teatro y poesía), escritos (panfletos y periódicos), rituales (nuevas fiestas cívicas, banquetes y procesiones) y, por su puesto, símbolos visuales.

    En una sociedad analfabeta, los objetos de la vida cotidiana adornados con símbolos liberales pasan a ser un instrumento de propaganda genial: abanicos, artículos de tocador (peines, espejos, polveras), medalleros, jarrones, juegos de café, bajillas, joyas, petacas, cajitas, estampas...todos eran buenos ejemplos de objetos donde plasmar la loa a los principios liberales. Y, porqué no, también un mazo de cartas podía ser un medio de propaganda.
     
    Abanico de 1820, Museo de Madrid. En la imagen vemos que, bajo una ondeante bandera con la leyenda alusiva a los valientes que "han salvado las Españas" se encuentra una figura femenina alegórica con indumentaria clásica sosteniendo las tablas de la Constitución. Junto a ella el león vence a la serpiente. A la izquierda de la Constitución, Fernando VII, con el armiño está jurando el documento, mientras otro personaje clásico le está laureando. Frente a él, a la derecha de la Constitución un grupo de soldados y civiles observan la jura. Al fondo de la composición se ve un barco y unas ruinas clásicas que se desmoronan sobre unos religiosos como símbolo de la abolición de la Inquisición. La escena está enmarcada en una orla dorada de roleos y otros motivos vegetales, más profusos junto a los padrones y muy sencilla en el resto.

    Y es que si algo convierte en especial a este mazo de cartas y lo eleva a categoría de fuente histórica relevante, es que su autor tuvo la idea de utilizar los naipes como medio de propaganda política. En concreto, su idea era que esta edición sirviera para difundir los principios ideológicos del texto constitucional de 1812 y para honrar a aquellos que fueron sus precursores o defensores. El mismo Ardit así lo explicita en el anuncio impreso en el Diario de Barcelona:
    "A fin de cooperar artísticamente á la identificación del sistema benéfico que felizmente nos rige, me decidí á poner por obra el plan que me había propuesto de una baraja constitucional que al paso que divertiese, recordase á los españoles lo que debemos á los héroes que quisieron libertarnos de las cadenas y fueron víctimas de su celo; lo que debemos á los valientes de la Isla de León que en efecto consiguieron el romperlas para siempre con el restablecimiento de la Constitución promulgada en Cádiz el año 1812; у últimamente lo que debemos á la patria, á la religión, á las autoridades y á nosotros mismos."
    LOS NUEVOS PALOS Y SUS SÍMBOLOS. La baraja mantiene claves distintivas de la baraja tradicional como los colores típicos de los palos (amarillo, rojo, verde y azul) y las "pintas" o líneas discontinuas impresas en la parte superior e inferior de las cartas, que indican el palo al que pertenecen (oros/línea continua, copas/dos pintas, espadas/3 pintas y bastos/cuatro líneas discontinuas). Pero sustituye los símbolos y las denominaciones convencionales por otros nuevos. El As de cada palo de la baraja nos proporciona la clave interpretativa de la simbología política que representa: 
    Los nuevos cuatro palos de la baraja y sus símbolos según el anuncio de Ardit: "Las voces de los cuatro palos de la baraja antigua quedan suprimidas en esta constitucional: Constitución, Fuerza, Justicia y Unión substituyen los oros, copas, espadas y bastos. El primer palo Constitución lo representa el precioso librito de oro que interpolándose con él otro cuadrito colorado simboliza el pabellón español. El palo segundo de Fuerza es representado por la bomba, el tercero de Justicia por la espada, y el cuarto de Unión por el caduceo."


    • Los oros se han convertido en el palo llamado CONSTITUCIÓN por lo que las monedas han sido sustituidas por textos constitucionales o libros abiertos. Este palo está dirigido a alabar al poder legislativo. El 5, sobre la cartela central se leen dos gritos:  "Viva la Constitución" y "Vivan las Cortes". En la carta 7, una guirnalda enmarca el escudo de la ciudad de Barcelona. En la edición de Madrid, el escudo se sustituye por el grito "Viva el heroyco pueblo de Madrid".
    • Las copas pasan a llamarse el palo FUERZA y su símbolo serán bombas de artillería. Este palo está dirigido a conmemorar a los cuerpos nacionales del ejército y milicia que defendieron y protegieron el texto constitucional. El 7 remarca un grito "viva el Rey constitucional".

    • Las garrotes de bastos se han trasformado en caduceos del dios Mercurio, protector del comercio (un nuevo guiño a la institución de la Junta de Comercio de Barcelona que le dio la oportunidad de formación a Simón Ardit. Simbolizan no sólo una actividad económica, sino también la UNIÓN de la Nación Española, como se especifica en su as de la baraja.

    • El palo de espadas mantiene el símbolo del arma, pero representa a la JUSTICIA y se dirige al poder ejecutivo y a la protección de la Ley

    El simbolismo general se ve reforzado por los textos de las cartas y sugiere que a través de la fuerza militar y el cumplimiento de la ley, se deben proteger la constitución, la fe católica, la monarquía y los derechos nacionales. Según Simón Ardit:
    "El objeto de esta combinación consiste que con las armas, la ejecución de las leyes y la unión sostendremos la Constitución que hemos jurado guardar y con ella la religión católica, el Rey constitucional y los derechos de la nación."

    LAS NUEVAS FIGURAS DE LOS PALOS Y SU SIGNIFICADO PROPAGANDÍSTICO. 

    En la baraja española tradicional, las cartas 10, 11 y 12 representan a la sota, el caballo y el rey. Estas son consideradas las cartas más simbólicas y de mayor valor, junto con el As. Simón Ardit, en su plan propagandístico del sistema liberal, comprendió el potencial de estas figuras como referentes visuales reconocidos por la población. Estas cartas eran las que ofrecían un vehículo ideal para transmitir los nuevos símbolos, mártires y héroes que desde la guerra de la Independencia hasta 1822 había ido generando el liberalismo y, de este modo, difundir estos nuevos conceptos de manera accesible y efectiva.

    Los mártires de la patria y de la libertad. Las sotas. 

    la Guerra de la Independencia había dado lugar a una galería de héroes y mártires, tanto individuales como colectivos, que encarnaron los ideales patrióticos y de sacrificio por la nación en un momento clave de la historia de España.  
    • El héroe y mártir colectivo fue el pueblo, cuya imagen anónima fue plasmada por Francisco de Goya en sus célebres lienzos del Dos y Tres de mayo en Madrid o en los grabados de los "Desastres de la Guerra". 

    • Los héroes particulares, con nombre y apellidos, salieron de los combatientes contra el francés. Algunos militares que murieron con honor frente a los franceses, como Daoíz, Velarde o Álvarez de Castro, traspasaron la categoría de héroes y pasaron a ser "mártires de la patria". Su valor y la pérdida de su vida por la defensa de la independencia nacional les auparon a una categoría superior, la que los equiparaba con aquellos que murieron por su fe cristiana. Otros, sin llegar a la muerte se convirtieron en mitos patrióticos, como los generales Palafox y Castaños, por sus victorias contra los franceses.



    •  Asimismo, surgieron héroes populares, tales como los guerrilleros Espoz y Mina y el Empecinado, quienes se defendieron denodadamente hasta el final de la agresión gala. Incluso hubo mujeres del pueblo que se convirtieron en nuevos mitos, como Agustina de Aragón y Manuela Malasaña. 



    Estos héroes y heroínas nacionales se habían convertido en símbolos patrióticos sin adscripción ideológica.

    Cuando al finalizar la guerra, Fernando VII regresó al trono cambió el escenario y el héroe o mártir patriota unilateral dio paso a la división de los héroes en función de su signo político: absolutista o liberal. Especialmente, la burguesía, la nueva clase social que había ostentado el poder durante la guerra, ya no se sentía representada por los santos, reyes y aristócratas que habían dominado el imaginario social en épocas anteriores y necesitaba crear referentes nuevos para una emergente sociedad e ideología burguesa. El nuevo héroe liberal salió de la represión sufrida durante el sexenio absolutista (1814-1820). Era un héroe romántico que arriesgaba su porvenir, fortuna y vida por una causa moralmente elevada: la implantación de del sistema de libertades en España. Si la muerte le llegaba en este empeño, les aupaba, de nuevo, a ser mártires. En 1820, cuando se recuperó el sistema liberal tras insistentes pronunciamientos militares por la Constitución de Cádiz, ya se había creado un panteón de individuos que eran considerados "mártires por la libertad". 

    A éstos mártires de la libertad es a los que Simón Ardit quiso homenajear en la carta de la sota de su baraja de 1822. En la selección de los mismos, eligió a dos mártires en principio sin adscripción ideológica como Luis Daoíz y Pedro Velarde. ¿Por qué? A mi juicio porque ellos fueron los protomártires que murieron frente a los franceses por un ideal como la libertad el 2 de mayo de 1808 en Madrid. Ellos "plantaron la semilla" de la lucha contra la tiranía de Napoleón y, sin saberlo, pusieron en marcha el proceso de cambio que llevaría a la redacción de la Constitución de 1812. El diseñador de las cartas nos explica:
    "Daöiz y Velarde nos recuerdan el 2 de mayo de 1808: ellos nos dicen mudamente Españoles no temáis á los tiranos: nosotros fuimos los primeros que proclamamos la independencia decidiéndonos á oponernos al ejército irresistible de Napoleón, y vencimos: fuimos víctimas; pero conseguimos despertar á la nación española del letargo en que yacía; siguiendo nuestro ejemplo los españoles vencieron a las huestes enemigas del tirano de Europa." 
    Daoíz convertido en la sota de bombas o FUERZA y Velarde en la sota de espadas o JUSTICIA. Ambos con sus uniformes y esgrimiendo una espada. Los dos  ante monumentos que conmemoran su gesta del Dos de Mayo.

    Las otras dos sotas representan a Juan Díaz Porlier y Luis Lacy, militares que combatieron contra los invasores durante la guerra, pero que no perdieron la vida en ella. Ellos las perdieron en los años del sexenio por defender la Constitución de 1812 que habían jurado. En concreto, Juan Díaz Porlier había sido ejecutado en La Coruña en 1815 al fracasar uno de los primeros pronunciamientos a favor de restaurar la Constitución de 1812. Y, Luis Lacy y Lautier, que se había pronunciado en Barcelona, fue fusilado en el castillo de Bellver de Palma de Mallorca en 1817. Ardit nos señala:
    "Porlier y Lacy nos dan ejemplo de no ser perjuros: ellos juraron el año 1812 la misma Constitución que nosotros y murieron por ella: los buenos españoles hemos jurado como ellos Constitución o muerte."
    Laci convertido en la sota de oros o CONSTITUCIÓN y Porlier en la sota de caduceos o UNIDAD. Ambos con sus uniformes y ante su monumento conmemorativo como mártires. De fondo los castillos en donde fueron ejecutados por pronunciarse por la libertad. Laci porta una espada en la mano derecha y el símbolo de su palo, el libro de la Constitución, en la izquierda. Porlier enarbola una bandera española y un caduceo, símbolo de su palo.


    No es extraño que Simón Ardit se acuerde en su baraja
     especialmente de Luis Lacy, puesto que existían muchos amigos y admiradores de este militar en Barcelona, la ciudad en la que se editaban las cartas. De hecho, desde 1820 ,existió la Tertulia Patriótica de Lacy, que se convirtió durante los años del Trienio en la tribuna del liberalismo exaltado. Desde los primeros días de este periodo, sus partidarios predicaron un culto, casi religioso, por su persona. En el Diario Constitucional de Barcelona del 16 de marzo de 1820 se puede ver muy bien recoge una petición para que por subscripción se erija un monumento "a la perpetua gloria y memoria del mártir de la Patria D. Luis Laci":


    Los héroes liberales del Trienio. Los caballos.  

    Los pronunciamientos liberales fracasaron hasta el complot de comienzos del año 1820. Desde 1819 se había movilizado un gran ejército en torno a Cádiz , el conocido como ejército de la Isla, para embarcarlo hacia una desesperada expedición que recuperara los territorios emancipados de América. La tropa allí concentrada se encontraba en un estado de descontento y malestar debido a las pésimas condiciones en las que se les mantenía, la falta de recursos y la expectativa de ir enviados a una aventura suicida. Estas condiciones contribuyeron a que algunos de sus oficiales liberales encontraran el apoyo de estos soldados para seguirles en un nuevo pronunciamiento para restablecer la Constitución. El plan inicial del levantamiento liberal del 1 de enero de 1820 contemplaba un liderazgo compartido entre varios militares, como Quiroga, Riego, Arco-Agüero y López-Baños, los héroes de Cádiz. 

    1820. Litografía con los retratos de busto y perfil de los cuatro militares que encabezaron el levantamiento de Cabezas de San Juan el 1 de enero de 1820. De izquierda a derecha Arco Agüero, López Baños, Riego y Quiroga. Según consta en la inscripción de abajo, el dibujo fue realizado del natural por Charles Motté en Cádiz en 1820. En la parte superior otra inscripción reza: "Les Inmortels (Los inmortales)", dejando patente el culto al héroe que se vivió en la época.

    Inicialmente, los círculos liberales moderados intentaron fomentar la imagen de este  "cuarteto" de líderes, "Les Inmortels",  para evitar que uno solo se convirtiera en el objeto de la adulación popular. Sin embargo, con el tiempo, la figura del teniente coronel Rafael del Riego se impuso como el símbolo icónico del pronunciamiento, pese a ser el de menos graduación entre ellos. No sólo por haber encabezado el levantamiento en Cabezas de San Juan, sino porque también tomó el cuartel general de Arcos y lideró la difusión del mensaje constitucional por Andalucía hasta marzo. En los meses siguientes, Riego mantuvo esta imagen entre los liberales más exaltados e incluso comenzó , ya que supo mantener una comunicación constante con el pueblo a través de la prensa, demostrar lealtad con sus principios políticos y desprendimiento personal. En contraste, los coroneles Quiroga, López Baños y Arco-Agüero, las otras figuras, decepcionaron al incorporarse tarde al levantamiento, aceptar honores y premios, y adherirse tempranamente al moderantismo. Sin embargo, en 1822 el litógrafo Simón Ardit pone a todos en el mismo plano de igualdad, convirtiéndolos en los caballos de sus palos, lo que nos indica que con ello quiere hacer un homenaje a los héroes, pero que también quiere tener una buena acogida comercial en los dos bandos, exaltados y moderados, en los que el se había divido el bando liberal en el Trienio. Sus palabras en el anuncio, denota que quiere ponerlos en el mismo plano de importancia al intercalar a Riego entre ellos:
    "Con grande sentimiento debemos recordar los españoles el heroísmo de las cuatro víctimas Daöiz, Velarde, Porlier y Lacy; pero con cuánta satisfacción hemos de recordar los nombres de los héroes de la Isla Quiroga, Riego, Arco Agüero y López Baños, que el año 1820 por su valor y constancia los españoles reconquistamos el precioso código de nuestra libertad? se presentan con bandera nacional en la mano en ademán de proclamar la Constitución."

    En las cartas vemos a Rafael Riego como caballo de espadas o de JUSTICIA. Porta, además de su arma o símbolo de su palo, una insignia nacional. Su imagen es la más épica pues dirige tras suyo un pelotón de soldados, posiblemente los 1500 que le siguieron por Andalucía para propagar el pronunciamiento. el coronel Antonio Quiroga aparece como caballo de oros o CONSTITUCIÓN. Quiroga era el militar de mayor graduación entre los sublevados y fue elegido general sobre el terreno por el resto de los oficiales. El ascenso fue confirmado por el gobierno liberal tras el éxito del pronunciamiento, y pronto fue elevado a mariscal de campo siéndole otorgada la Gran Cruz de la Orden de San Fernando. 


    Miguel López Baños se sumó al pronunciamiento en Osuna y contribuyó a sostener Cádiz. Después de la revuelta fue nombrado teniente general y ministro de la Guerra entre julio de 1822 y abril de 1823. El coronel Felipe Arco-Agüero  también se sumó al golpe de Riego, una vez liberado, pues había sido encarcelado meses antes  por intentar sumar a la sublevación a otros militares. Murió por una caída de caballo en septiembre de 1821. Los dos portan bandera nacional y aparecen con sus símbolos de sus palos.



    Los cuatro jinetes enarbolan la nueva bandera nacional. En el contexto de la efervescencia patriótica durante la Guerra de Independencia, el pueblo español adoptó de manera espontánea los colores rojo y gualda de la bandera naval creada por Carlos III en 1785. Estos tonos reemplazaron al pabellón blanco de los Borbones, que había sido utilizado por José Bonaparte. Posteriormente, la emblemática bandera rojigualda fue oficialmente adoptada como enseña por las Cortes de Cádiz y durante el Trienio Liberal. 


    El león rampante como rey. 

    Desde el Trienio se recurre a dos símbolos para representar a la nación española: el de la matrona que sostiene la constitución en sus brazos y el del león rampante. Es significativo que el rey que era la carta tradicional para la figura de más valor no sea aprovechada como símbolo de esta baraja. A mi juicio, esto es lo más revolucionario de este mazo. Que la monarquía haya sido sustituida por el león rampante que simboliza la nación es la confirmación de que la soberanía (la corona que adorna su melena) pertenece a la nación española.  Simón Ardit argumenta este revolucionario cambio figurativo de esta manera:
    "La nación española está representada con el León coronado. La soberanía reside esencialmente en la nación (primera parte del art. 3 de la Constitución política) por cuyo motivo y á causa de poder hacer con el León actitudes propias de su valor y que no contradicen su gravedad se han puesto Leones en lugar de Reyes."


    Analizando cada imagen de los leones podemos sacra interesantes interpretaciones. 

    El león de oros exhibe con una garra en alto el texto de la Constitución de 1812, que es el signo de su palo. Hay varias cosas remarcables en esta carta. La primera es que sus garras traseras aplastan un garrote ¿un símbolo de la violencia y opresión absolutista derribado? La segunda es que la zarpa izquierda delantera sostiene un escudo con castillos y leones rampantes, un escudo parecido al simplificado del monarca Fernando VII. Este escudo puede ser un símbolo nacional y entonces se interpretaría como una acción de que el león, la Nación, protege a la monarquía. Pero lo más seguro es que tenga una connotación más profunda. Si nos fijamos bien y comparamos este escudo con el que aparecía en las monedas corrientes de la época (ver imagen inferior), a éste se le han hurtado todos los símbolos monárquicos: las tres flores de lis de los borbones que aparecería en la intersección de los cuartetos, la corona regia con cruz que debería rematar el escudo y el Toisón de oro que lo circunvalaría. La interpretación entonces variaría pues lo que hace el león de la CONSTITUCIÓN es amparar a los españoles representados por el escudo. 


    Moneda de oro de medios escudo del reinado de Fernando VII en uso en estos años. En anverso, el perfil idealizado del monarca con la leyenda Fernando VII  (FERDIN.VIII), Rey de España por la gracia de Dios (D.G.HISP.R), 1817. En el reverso, el escudo de Fernando VII y las siglas de la Real casa de la moneda y el grabador.

    ¿Hay alguna una razón más para pensar que Simon Ardit tenía escasa identificación con la monarquía en la figura de Fernando VII? Pues creo que sí. Las fauces del león sostienen un cartela en la boca que le hace decir "Constitución o muerte". Este no es un lema inocuo. Se acuñó tras la primera tentativa de Fernando VII en noviembre de 1820 de recuperar sus prerrogativas absolutas. Las movilizaciones de los liberales ante este ataque real produjo numerosas manifestaciones y actos por toda España en donde se cantó, gritó y exhibió por primera vez esta consigna: "Constitución o Muerte". Con ello querían decir que los liberales no se dejarían arrebatar sus derechos constitucionales otra vez y se conjuraban para luchar hasta la muerte por defenderlos de sus enemigos (el basto o garrote en el suelo). 

    El Diario Constitucional de Barcelona de 29 noviembre de 1820 recoge la noticia de cómo se popularizó el lema en cintas, himnos y coplillas patrióticas:
    "(...) cuando por el correo ordinario del 24, se supieron los pormenores de lo sucedido en Madrid, y las evidentes sospechas de una conspiración terrible é inmensa, que nos hubiera inundado de sangre, dando principio á una guerra civil en que esclavos y señores hubieran perecido, y que hubiera acabado con el triunfo de la España libre, y regenerada. Con estos datos y con los de la decisión generosa de Zaragoza y Valencia á mantener la Constitución ó á morir, se desplegaron de repente los sentimientos comunes: oyese por las calles el grito universal de Constitución ó muerte, y al momento comparecieron la mayor parte de los sombreros adornados de la cinta verde con el lema en letras negras ó doradas de Constitución ó muerte. (...)
    (...) El 26, día de descanso para los industriosos habitantes de esta capital, llegaron al colmo las demostraciones que dieron de su adhesión al nuevo sistema. Por disposición de la superioridad hubo por la mañana gran parada de toda la tropa y milicias. Toda la ciudad concurrió á tan interesante espectáculo. Todos los soldados iban con su cinta verde en el morrión, los oficiales en el sombrero ó en la espada. Igual color se distinguía en las banderas de todos los batallones, y en las trompetas de la caballería: por todas partes se leía: Constitución ó muerte. Todos los cuerpos desfilaron por compañías por delante de la lápida; y á la voz de los oficiales que clamaban Viva la Constitución, los soldados respondían á la una: ó muerte, grito que se repetía por el inmenso concurso. Hubo comidas patrióticas en que mezclados indistintamente jefes y soldados, militares y paisanos, autoridades y particulares, se juró una eterna unión que es lo que debe salvar á la España de sus enemigos. (...)

    El lema "Constitución o Muerte" también es indicativo del peligro que corría el régimen y de la polarización y radicalización del conflicto entre liberales y absolutistas en estos momentos del Trienio Liberal. La consigna refleja no sólo la determinación de los liberales por defender el orden constitucional, sino también la percepción de que éste está seriamente amenazado por la contrarrevolución. Y es que en la Cataluña de 1822 ya se habían formado las primeras partidas guerrilleras que pretendían derrocar el régimen liberal y restablecer a Fernando VII como monarca absoluto. Los periódicos locales dan noticia todos los días de las acciones de ejército y de la milicia nacional de los pueblos por contenerlas. Sin embargo, estas partidas contrarrevolucionarias de la Cataluña profunda tendrán éxito y crearán un estado independiente del de Madrid conocido como Regencia en Urgell. Desde la legitimidad de este seudoestado absolutista se solicitará la ayuda a la Santa Alianza para que reponga el Antiguo Régimen en España.

    Por tanto, el objetivo de esta baraja de Simón Ardit, un sargento de la Milicia Nacional de Barcelona, queda de nuevo explicitado: es urgente defender el régimen liberal y la Constitución. El peligro parece que se evidencia en la Barcelona de abril de 1822 cuando hasta el Diario Constitucional retoca su cabecera para incluir el lema (Constitución o muerte) en su parte superior. 



    El mensaje de la violencia contra el Antiguo Régimen se hace patente también en los leones de copas/bombas o FUERZA y de caduceos o UNIDAD. El de FUERZA fractura una columna del que se desprende un rótulo que pone DESPOTISMO. El león pisotea unas simbólicas cadenas ancladas a la columna y en sus fauces sostiene una cartela que dice "La fuerza contra la esclavitud". La interpretación de la imagen es inequívoca: el pueblo español ha derribado la columna de la tiranía, del Antiguo Régimen y los siervos/esclavos se han liberado de las cadenas. Los españoles gracias a la Constitución ya son libres e iguales. De fondo un castillo bien defendido, posiblemente un penal donde terminaron en el Sexenio (1814-20) muchos de los que defendieron las ideas políticas del liberalismo. El león rampante coronado de caduceos/bastos o UNIDAD de nuevo insiste en acto de violencia. El león de la Nación ha sometido sobre el suelo a un personaje que por sus ropajes y peluca se puede identificar con los partidarios del absolutismo o serviles. En su boca una cinta dice "Con Unión venceremos". UNIÓN es el signo del palo, pero en esta frase es también el deseo de que los liberales se unan para vencer y aplastar a la reacción absolutista.


    Por su parte, el león de espadas o JUSTICIA, es el único de los cuatro que, desde el punto de vista del mensaje propagandístico es positivo. No se trata de destruir o defenderse del Despotismo o sus lacayos, sino de difundir las ventajas supuestas que aporta el nuevo régimen. El león que porta en una garra la espada de su palo, exhibe en la otra una balanza, el símbolo de equidad y justicia. A sus pies encontramos pergaminos en los que se leen "Código Civil" y "Código penal". Estos dos carteles podemos interpretarlos como un deseo de que el régimen procurase unos textos que equipararan a todos los españoles ante la ley civil y penal, sin distinción ni privilegios de nacimiento o de territorios. Digo que es un deseo, porque en realidad hasta julio de 1822 el jurista José María de Calatrava no culminaría la redacción del código penal. Este código apenas estuvo vigente en los meses siguientes. En cuanto al código civil, todo quedó en un proyecto. La comisión creada en julio de 1820 para continuar las labores iniciadas en Cádiz sólo logró redactar un preámbulo y parte del articulado, quedando sin aprobar.



    LAS CARTELAS CON TEXTOS CONSTITUCIONALES. 

    Para finalizar nuestro análisis de esta fuente histórica nos centramos en la parte menos interpretativa de las imágenes, los naipes 2, 3 y 4. En ellos podemos encontrar artículos concretos de la Constitución, que aluden a aspectos relacionados con los nuevos palos que se define en la carta del AS donde se renombran y explican a quien se dirigen. 

    PALO 1º. OROS/LIBRO/ AS DE CONSTITUCIÓN. En la peana: Dirigido al poder / legislativo.

    En la medalla: CONS/TITUICION POLITICA/DE LA/MONAR/QUIA ESPAÑOLA PROMULGADA EN CADIZ A 19 DE MARZO 1812 //  


    DOS DE CONSTITUCIÓN 

    Articulo 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.

    3 CONSTITUCIÓN 

    Articulo 373. Todo español tiene derecho de representar a las Cortes o al Rey para reclamar la observancia de la Constitución. // Art.   374. Toda persona que exerza...

    4 CONSTITUCIÓN 

    Artículo 7º. Todo español está obligado a ser fiel a la Constitución, obedecer las leyes y respetar las autoridades establecidas.


    PALO 2º. COPAS/BOMBAS/AS DE FUERZA. Dirigido à los cuerpos / nacionales /del/ exercito y milicia

    DOS DE FUERZA.

    Artículo 9º. Está asimismo obligado todo español a defender la patria con las armas, cuando sea llamado por la ley.

    3 DE FUERZA.

    Articulo 362. Habrá en cada provincia cuerpos de milicias nacionales, compuestos de habitantes de cada una de ellas, con proporción a su (población y circunstancias).

    4 DE FUERZA.

    Artículo 360. Se establecerán escuelas militares para la enseñanza e instrucción de todas las diferentes armas del exercito y armada.



    PALO 3º. ESPADAS/ AS DE JUSTICIA. En la peana: Dirigido al poder / ejecutivo.

    La Ley Art 289/ a. 297 Const. Polª

    DOS DE JUSTICIA.

    Art. 171. prerrogativas del rey.

    2. Cuidar de que en todo el Reino se administre promta y cumplidamente la justicia.

     

    3 DE JUSTICIA.

    Artículo 16. La potestad de hacer executar las leyes reside en el Rey.

    Articulo 17. La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en sus tribun(ales establecidos por la ley).

    4 DE JUSTICIA.

    Artículo 248. En los negocios comunes, civiles y criminales, no habrá más que un solo fuero para toda clase de personas.

    PALO 4º. BASTOS / CADUCEOS/ AS DE UNIÓN. En la peana: Dirigido a la Nación / española.

    En la cinta:  Españoles / Unión y / Orden

    DOS DE UNIÓN.

    Artículo 12. La religión de la Nación española es y será perpetuamente la Católica, Apostólica, Romana, única verdadera.

    3 DE UNIÓN.

    Artículo 1. La Nación española es la reunión de (todos los españoles de ambos hemisferios).

    Artículo 2. La Nación española es libre e independien (te, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona).

    4 DE UNIÓN.

    Artículo 6. El amor de la Patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles, y asimismo el ser justos y benéficos.