viernes, 15 de abril de 2016

7 CRITERIOS PARA SELECCIONAR Y RECOMENDAR LECTURAS EN LA ASIGNATURA DE HISTORIA DE ESPAÑA


Ante este artículo puedes
  1. leer el siguiente manifiesto 
  2. o desplazarte al final del artículo donde se exponen los criterios en formato Prezzi.

MANIFIESTO PARA UNA BUENA SELECCIÓN DE LECTURAS

Estos son los criterios que sigo para seleccionar y recomendar libros de lectura para la asignatura de Historia de España de segundo de Bachillerato.
  • 1.- Sondear previamente el nivel y los intereses del alumnado. Aunque nuestra elección vaya dirigida a un curso estandar preuniversitario como 2º de bachillerato, no debemos dar por sentado que el nivel de los alumnos es el mismo de un año para otro, porque hay años y cursos con alumnos más preparados o más motivados hacia la lectura que otros. Por lo tanto es recomendable entablar conversaciones con ellos e interesarse por lo que ya han leído en cursos precedentes y hacerles preguntas que busquen sacarles información sobre sus gustos.


  • 2.- La calidad y la facilidad de la obra a recomendar. Para mi eso significa, trabajar con libros de calidad literaria contrastada, es decir, autores conocidos, ya que tengo comprobado que, si al alumno le ha gusta el libro, hay una tendencia a que ese libro sea el trampolín para que siga interesándose por otros del mismo autor. Cuando hablo de calidad también valoro la dificultad de la lectura, puesto que puede haber autores muy excelsos por su valor literario, pero que son difíciles de seguir incluso para alumnos de segundo de bachillerato. Por ejemplo, todos reconocemos que Francisco de Quevedo es uno de los grandes escritores del siglo de Oro, pero no se me ocurriría recomendar como lectura de toda su producción, ni siquiera El Buscón, cuando podría recomendar para ilustrar el mismo periodo El capitán Alatriste de Arturo Pérez Reverte.


  • 3.- Que las lecturas se propongan cuando el alumno tenga un conocimiento previo del periodo e incluso del autor o de la novela. Parto de la idea de que se aprecia o se valora más aquello que te es conocido o más cercano. Me explico, cuando estoy hablando del periodo del Sexenio Democrático suelo utilizar algún fragmento de libros de escritores que ellos conocen por la asignatura de Literatura como Leopoldo Alas Clarín o Benito Pérez Galdos. A veces realizo como experiencia la lectura en clase de un fragmento o realizamos colectivamente el  comentario de texto histórico sobre uno o dos párrafos significativos, desde el punto de vista histórico, de algún libro como La Regenta o Fortunata y Jacinta. Cuando los alumnos comprueban que son capaces de entender lo que dice el narrador o de qué están hablando los personajes sobre el contexto histórico de la época, se produce en ellos una reacción de empatía sobre ese libro que hasta aquel momento sólo era para ellos uno más que habían citado o estudiado en Lengua y Literatura. A continuación, es cuando “ataco” y recomiendo su lectura, aunque advirtiendo del tamaño de la obra (sólo para buenos lectores).


  • 4.- La última frase me recuerda que para nuestros alumnos el tamaño sí importa.  Es decir, no se me ocurre proponer como lectura obligatoria El Quijote, La Regenta  o Fortunata y Jacinta, pese a ser libros que nadie debería perderse. Soy consciente que nuestros alumnos, por lo general, se asustan ante libros gruesos pese a que el profesor los ponga por las nubes. Esos libros que queden para el futuro, es preferible echar sobre ellos la semilla de que son claves en nuestra literatura, pero que los lean cuando estén maduros para ello. Sólo se los recomendaré a aquellos alumnos que pidan más. Y les animaré, sobre todo, al finalizar el curso y tener el verano por delante. Así que, aunque sea 2º de Bachillerato, es preferible recomendar relatos cortitos que no excedan las 300 páginas.
  • 5.- Ofrecer lecturas variadas. Una buena estrategia para captar la atención sobre la importancia de un momento histórico es recomendar, si es posible, un abanico de lecturas, que permita elegir al alumno entre varias opciones. Por experiencia, tengo comprobado que si el alumno saca gusto por esa obra y tema suele indagar en las otras sugerencias. El mecanismo del pensamiento es el siguiente, si este camino ha sido agradable y provechoso, porqué no continuar probando por otros caminos,  a continuación o en el futuro. Por ejemplo, cuando ofrezco cuatro o cinco obras que abordan un tema o un periodo histórico como la Guerra Civil  Española ofrezco lectura  desde distintos ángulos: relatos personales o recreaciones noveladas de una época; géneros y estilos diversos (novela, teatro, ensayo, memorias…); desde una óptica ideológica y desde la contraria… 

  • 6.- Escoger lecturas que tengan “sustancia histórica”. Con esta expresión quiero decir que es importe que se pueda sacar información histórica notable de la novela, que aparezcan hechos y personajes históricos concretos y reconocibles. Es frustrante para el alumno iniciar una lectura recomendada por un profesor de historia y que ésta apenas toque tangencialmente hechos históricos. Puede tener mucha calidad literaria pero poco aprovechamiento histórico.


  • 7.- Y, por último, la accesibilidad al libro. Cosas materiales, simples y pequeñas, a veces deben determinar las propuestas de lecturas en pro de una o de otra como:
  1. - que el libro sea fácil de encontrar. Seguro que todos tenemos la experiencia de que nos han pedido en algún momento de nuestra carrera un libro ya descatalogado o que no se encuentra. Comprobemos que sigue editado y por qué editoriales.
  2. - que sea asequible de precio, una lectura no debe descabalar el presupuesto de una familia.
  3. - que, si es posible, haya ejemplares en la biblioteca del centro o en las biblioteca municipales para préstamo de aquellos que no lo puedan adquirir.
  4. - que se pueda descargar de Internet.

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