Os presento un documento histórico curioso con el que poder analizar el comienzo de la Guerra de la Independencia desde la perspectiva del bando patriota o antinapoleónico. Se trata del Catecismo Civil de España. mandado imprimir de orden de la Junta Suprema en Sevilla. Posiblemente sea de octubre de 1808 o de comienzos del año 1809.
Catecismo Civil de España, 1809 by Alfredo on Scribd
Contexto histórico.
La Ilustración había traído desde mediados del siglo XVIII el deseo de transmitir conocimientos a la mayor parte de la población. Se pusieron en marcha proyectos para difundir los conocimientos como la ingente Enciclopedia o los más modestos esfuerzos a través de periódicos y revistas donde se escribían sesudos artículos.
Pero en este afán divulgador, capaces de llegar a amplias masas, destacaron las publicaciones de pequeño tamaño u opúsculos de unas pocas hojas, en los que se pretendía hacer verdadera pedagogía por su lenguaje popular y fácil lectura como pasquines, hojas volanderas, proclamas, manifiestos y sermones. Entre estos escritos habría que destacar los catecismos o cartillas que a través de un sistema de preguntas y respuestas breves pretendían hacer fácil la comprensión de ciertas ideas religiosas, éticas o políticas a una población mayoritariamente analfabeta. Esta no sabía leer, pero si se lo leían, sí podía memorizar y repetir doctrinas a través de este sistema pedagógico. Este sistema lo llevaba utilizando la Iglesia desde hacía siglos y, desde la revolución en Francia, había sido utilizado por el Estado para transmitir sus ideas de forma efectiva y adherir al súbdito/ciudadano a su proyecto político.
Tras la Constitución republicana de 1793 hubo catecismos constitucionales destinados a los ciudadanos en general o en particular a los niños. Debajo tenemos el "Catéchisme républicain, philosophique et moral par le citoyen Lachabeaussière”.
El Catecismo civil de España.
Este Catecismo Civil de España, fue mandado redactar por la Junta Suprema, constituida desde septiembre de 1808 en Sevilla. En él no se hablaba de ciudadanos ni de nación, ni se percibe similitud política con los catecismos franceses revolucionarios. No hay una sola idea de liberalismo ni de revolución. Hay que tener en cuenta que ni siquiera se han reunido las Cortes en Cádiz. Sin embargo, la necesidad que tiene la Junta de crear una conciencia patriótica le hace aprovechar este formato religioso como un arma más de la cruzada antinapoleónica. Su intención es todavía muy simple: defender la legitimidad de Fernando VII como rey frente al impuesto por Napoleón, la defensa de la religión católica y el llamamiento ineludible de todos a las armas para expulsar a los invasores. También se insiste en que quien no participe de estos mensajes o no contribuya con su esfuerzo o milicia a la guerra es un traidor.
Hay versiones posteriores aún más combativas como el Catecismo Patriótico Español ante el Invasor francés.