Los exámenes de EVAU de Historia de España de este año en la Comunidad de Madrid creo que han sido premeditadamente una forma de descorazonar a alumnos y profesores. Esta asignatura puede que sea la más dura de las de 2º de Bachillerato puesto que tenemos que enfrentarnos a la titánica tarea de compendiar, en apenas 7 meses, la historia de nuestro país desde los primeros homínidos hasta nuestros días. No hay tiempo para florituras ni para realizar proyectos que ilusionen a los alumnos, puesto que profundizar en los temas pasa factura al final de curso. Se impone la necesidad de avanzar sin contemplaciones haciendo que los siglos se sucedan de forma frenética porque es necesario llegar hasta el final, sin posibilidad de consolidar las posiciones... Todo un tratado de estrategia militar que puede avocar a la victoria apabullante, si hay suerte, o al desastre más absoluto, si algo se tuerce.
El modelo de elección de preguntas por motivo de la Covid19 de estos últimos años parecía un acierto, puesto que permitía una elección abierta de las cuestiones de los dos exámenes. La primera parte del examen consta de doce enunciados o epígrafes, de los que hay que elegir y desarrollar muy escuetamente sólo 4 (a punto cada uno). Esta proporción es muy ventajosa y supone un alivio muy grande para el alumnado que tiene que engullir y sintetizar en 23 epígrafes la historia de España desde la prehistoria hasta el siglo XVIII. La segunda parte del examen, la que abarca los siglos XIX y XX, también se hizo más asequible que con el sistema Covid19, puesto que se puede elegir entre un tema o un comentario de texto (valor de 4,5 puntos) y entre dos imágenes (valor de 1,5 puntos). Pero este año parece que alguien ha considerado que tanta arbitrariedad tenía que acabar. Que el examen era demasiado fácil y que había que hacer de la Historia una asignatura "temible".
El examen de 6 de junio de 2022.
El mejor ejemplo de examen deliberadamente endurecido ha sido el del 6 de junio. Me atrevo a calificarle como un auténtico despropósito o, mejor expresado, un propósito de limitar las posibilidades de elección. ¿Quién ha decidido que sólo se preguntaría en la parte en la que más se juegan nuestros alumnos sólo del reinado de Fernando VII y de Juan Carlos I? Pero además, ¿Quién ha decido que el último bloque, al que se llega a duras penas, debía caer sí o sí? Podemos pensar que ha sido la suerte o..., la manera premeditada de endurecer el examen de EVAU.
Analicemos el examen.
En el capítulo de las "Cuestiones", la primera parte, no ha habido sorpresas hay 12 epígrafes de los que hay que desarrollar sólo 4 y se ha seguido el documento de porcentajes de ponderación de los temas ofrecidos por la coordinación:
- 2 epígrafes del bloque 1 (Prehistoria e historia Antigua);
- 4 epígrafes del bloque 2 (Edad Media);
- 4 epígrafes del bloque 3 (Reinado de lo RR. Católicos hasta siglo XVII):
- 2 epígrafes del bloque 4 (siglo XVIII)
Se puede opinar si los epígrafes caídos son fáciles o difíciles, más largos o más cortos, pero el equilibrio pautado por la ponderación se ha cumplido.
Sin embargo, algo muy distinto ha sucedido con la segunda parte del examen. Se ha buscado deliberadamente endurecer el examen impidiendo que se pudiera elegir. Sólo han caído preguntas de los bloques 5 y 12. ¿Casualidad? ¿Dónde han quedado las ponderaciones que buscaban crear exámenes equilibrados? Lo cierto es que se ha podido hacer un examen brillante con sólo haber estudiado un de estos dos bloques. Es decir, de los bloques 6, 7, 8, 9, 10 y 11 no se ha preguntado nada. Los 142 años intermedios que van entre 1833 y 1975 se han quedado sin preguntar. Poníendolo en otras medidas de tiempo académico, dos de las tres evaluaciones de este curso han caído en el olvido o el trabajo de dos terceras partes de este curso no se ha evaluado. ¿Es esto justo? ¿Es lícito este examen? Si en el instituto en el que doy clase hubiese puesto un examen final a mis alumnos de esta índole, seguro que hubiera recibido quejas y posiblemente reclamaciones oficiales.
Hablemos del contenido de esta segunda parte del examen.
Del Bloque 5 ha caído, en el examen B como fuente de análisis, el cuadro de Goya de "El 2 de mayo en al Puerta del Sol", que encaja en el epígrafe 5.2 de la Guerra de la Independencia, pero que hay que contextualizar en el 5.1 puesto que te preguntan por "Antecedentes y causas de la guerra de la Independencia". Y en el examen A ha caído el tema 5.3, el larguísimo tema del "Reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo. El proceso de independencia de las colonias americanas."
Del Bloque 12 ha caído lo más preocupante para el éxito de aquellos alumnos que hubiesen centrado su estudio en el siglo XX. Por un lado, en el examen A, un gráfico estadístico con los resultados electorales a las Cortes constituyentes de junio de 1977, lo que supone tratar el epígrafe 12.1. desde un punto de vista de muy concreto, la reconstrucción del sistema democrático tras el franquismo y especialmente del sistema de partidos creados en la transición.
Y en el examen B, el comentario de texto nos lleva al último epígrafe del temario, el 12,3. El texto es el discurso del presidente del gobierno Felipe González en el acto de firma del Tratado de adhesión a la Comunidad Económica Europea. ¡En serio! ¡El último tema otra vez y con el valor de 4,5 puntos! Un texto que para analizarlo se necesitan elementos del 12.2 (los gobiernos socialistas) y que para su contextualización se pide la totalidad el epígrafe 12.3: La integración de España en Europa. Consecuencias económicas y sociales.
El examen de 7 de junio de 2022.
El examen del día 7, centrándonos ya sólo en la parte de Historia Contemporánea, ha sido más equitativo en la materia a preguntar y no es criticable por eso. Aún así, se aprecia en su diseño el mismo cariz de endurecer la prueba y de insistir en los mismos bloques que fueron protagonistas en el día anterior.
El alumno que viera el examen del día 6 y creyera que ya no podrían caer preguntas de los bloque 5 y 12, se equivocaba. La pregunta que más vale (4,5 puntos) ha caído de ellos. en palabras de mis alumnos "han ido a pillar". ¿Cómo es posible que vuelvan a caer los dos bloques que fueron preguntados en el examen del día antes? ¿Cómo, además, suponen practicamente casi la mitad de la puntuación del examen? El comentario de texto del examen ha sido del epígrafe 5.3, el decreto de vuelta al constitucionalismo de Fernando VII en 1820. Y el tema del examen A ha sido el 12.1 "Las etapas políticas de la democracia. Los gobiernos de la UCD. El golpe de Estado de 23 de febrero de 1981. La alternancia política: gobiernos socialistas y gobiernos del Partido Popular."
En cuanto a las fuentes de análisis, hay que reconocer que han sido más variadas que en el examen del día anterior. Hay que "agradecer" que para esta pregunta que cuesta 1,5 puntos se pudiera elegir entre dos bloques distintos al 5 y el 12. Aún así, no había que favorecer al alumno dándole posibilidades. Si se puede elegir ha de ser con fuentes no muy al uso y tratando temas muy específicos. Por un lado, un tabla estadística sobre los kilómetros creados de vías férreas a lo largo del siglo XIX (bloque 8) y una cartilla de racionamiento para hablar de la autarquía franquista (bloque 11). Como digo, no son las herramientas de análisis más esperadas. Pero, triste consuelo, al menos se puede elegir.