Muchos alumnos han elegido como tema de trabajo los acontecimientos sucedidos en Casas Viejas en enero de 1933. Voy a intercalar lo mejor de algunos de ellos para hacer un extracto/síntesis que sirva para ilustrar este capítulo dramático de la historia de España. Puesto que pueden complementarse por la fuentes utilizadas y porque lo exponen con una estructura similar, escojo los trabajos de Violeta Sebastián, Cristina Sanz y Alonso Merino, que podéis ver publicados al finalizar el artículo. No son perfectos, incluso hay en algunos mucho de corta y pega de otros artículos de otros blogs, pero aportan algunas fuentes periodísticas que sería interesante comentar más detenidamente.
Contexto
Con una Segunda República Española apenas naciendo y en el contexto del bienio social-azañista, los primeros méritos fueron el ordenamiento jurídico del Estado plasmado en la Constitución de 1931. No obstante, aunque se intentó llevar a cabo un ambicioso proyecto de sucesivas reformas en el campo cultural, religioso, militar y agrario, dichos esfuerzos fueron en vano debido a la falta de iniciativa gubernamental para lograr su consecución.
Por aquellas fechas se venía produciendo una radicalización del movimiento anarquista con una sucesión de graves incidentes. Así, en Castilblanco, Badajoz, una manifestación de protesta contra el gobernador civil derivó en un auténtico motín que costó la vida a cuatro agentes de la Guardia Civil. El 5 de enero de 1932, en la población riojana de Arnedo, murieron siete manifestantes y más de treinta resultaron heridos cuando las fuerzas del orden disolvieron a tiros una concentración frente al ayuntamiento. En diciembre de ese mismo año, en Castellar de Santiago, Ciudad Real, los jornaleros protestaban por el sistema caciquil que los discriminaba en la recogida de la aceituna. Ante la pasividad de la Guardia Civil, los terratenientes apresaron a los cabecillas de los disturbios que fueron asesinados sin contemplaciones.
En este contexto, la CNT y la FAI hicieron un llamamiento a la agitación social como preparación de una revolución libertaria en España, convocando para el 1 de enero de 1933 una huelga general en todo el país. Coincidiendo con ese día se desencadenó una ola de atentados y graves incidentes que recorrieron toda la geografía española. En La Felguera, Asturias, hicieron explosión varias bombas de gran potencia, mientras que en Sevilla y Lérida se produjeron saqueos e incendios de iglesias. En Pedro Muñoz, Ávila, los sindicalistas de la CNT tomaron el ayuntamiento y proclaman el comunismo libertario en la población. En los siguientes días se suceden las huelgas en Gijón y Valencia, mientras en Asturias se producen nuevos atentados con bombas.
Durante enero de 1933, los acontecimientos sucedidos en algunas partes rurales españolas causados por los anarcosindicalistas, patronos obreros y rurales, van a provocar un cambio de imagen completo del gobierno republicano del primer bienio, facilitando su posterior caída. Para contextualizar los hechos debemos centrar nuestra mirada en años antes, entre 1931 y 1933. Las expectativas con el levantamiento de la República tuvieron como objetivo, entre muchos otros, crear una Ley de la Reforma Agraria que se debía aplicar de inmediato. Los problemas en el medio agrario español eran más que claros. Un gran atraso técnico ligado a una baja productividad y a una baja cotización de tierras. Mano de obra muy abundante y poco costosa. Pero el problema que más afectaba al campesinado español era el modo de distribución de la propiedad.
Los intereses de esta reforma fueron impuestos por Marcelino Domingo, uno de los principales impulsores de esta Ley. Él destacaba que “La reforma agraria significa: primero, que sobre las tierras no haya hombres parados; segundo, distribuir la tierra equitativamente: tercero, racionalizar el cultivo, haciendo que la tierra dé todo lo que pueda dar.” (Periódico LA VANGUARDIA, martes 30 de agosto de 1932)1
1 http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE07/HEM/1932/08/30/LVG19320830-009.pdf#navpanes=1&search=Ley%20de%20la%20Reforma%20Agraria
Sin embargo, la gran lentitud con la que se aplicó este proceso provocó el malestar y el nerviosismo entre los campesinos. Esta reforma no fue aprobada hasta septiembre de 1932, con escasos recursos para llevarla a cabo. En un gran número de pueblos rurales se levantaron revueltas: Cataluña, Andalucía, Extremadura y otras zonas con gran actividad agrícola. Es entonces cuando, a partir de diciembre de ese mismo año, la CNT comienza a organizar motines, huelgas generales e insurrecciones con el objetivo de presionar al gobierno para que dichas reformas se lleven a cabo.
Las trágicas jornadas del 8 al 10 de enero de 1933
El día 8, elementos anarcosindicalistas lanzan un ataque coordinado contra los cuarteles de Carabanchel, de la Montaña y María Cristina en Madrid, siendo repelidos tras enfrentarse con las fuerzas del orden. Al mismo tiempo, en la Jefatura de Policía de la capital estallan tres artefactos de gran potencia. En Barcelona, durante los enfrentamientos armados en los alrededores del cuartel de Atarazanas fallece un guardia de asalto y se producen varios heridos. Castellón, Zaragoza, Oviedo y Murcia, son otras de las grandes capitales que se ven sacudidas por la violencia prerrevolucionaria. En Bugarra, Valencia, los anarquistas se hacen con el control de la población tras un intenso combate con las fuerzas del orden que deja un saldo de cinco muertos y numerosos heridos. Mientras tanto, la agitación continúa extendiéndose por todo el país, teniendo como escenario gran parte de Andalucía.2
2 http://www.historiadeiberiavieja.com/secciones/historia-contemporanea/sucesos-casas-viejas
Sublevaciones anarquistas en enero de 1933
El A B C. del martes 10 de enero de 1933 (pág. 31) muestra una situación preocupante en Barcelona: “La huelga general ha comenzado hoy en el puerto.
En las últimas horas de la madrugada los revolucionarios debieron encontrarse muy desalentados, porque empezaron a encontrarse bombas por todas partes. En total, de Barcelona hay 47 detenidos, y se han recogido 266 bombas, 23 pistolas, un revólver, un fusil y muchas municiones. Aludió luego el ministro a los antecedentes del plan, y dijo que el movimiento se acordó anteanoche, y el Gobierno tuvo completo conocimiento del acuerdo, de tal modo que en la mañana de ayer, domingo, pudo circular órdenes a todas las autoridades, advirtiéndoles de lo que se tramaba. El plan consistía en aprovechar el asueto de los soldados, asaltar los cuarteles y apoderarse del armamento.”
El periódico El Progreso, narra como las autoridades reprimen el movimiento revolucionario el dia 10 de enero de 1933.
Las respuestas de la Guardia Civil y de la Guardia de Asalto ante estas insurrecciones fueron rápidas y se lograron parar en las grandes ciudades. Las insurrecciones se extendieron a las zonas rurales, donde fue más difícil paliarlas. Sobre todo triunfaron en Casas Viejas, una localidad de apenas 2000 habitantes perteneciente a la provincia de Cádiz.
Desarrollo en Casas Viejas 11 de enero de 1933
A los tres días del inicio de los movimientos revolucionarios anarco-sindicalistas en Barcelona, Madrid y Valencia, el 11 de enero de 1933 estalló inesperadamente la lucha en el pequeño pueblo andaluz de Casas Viejas (Cádiz). En esta localidad, la mayoría de las familias habitaban en chozas y sufrían hambre endémica. Según unas declaraciones del alcalde de Medina Sidonia, Ángel Buitron, “el malestar lo produjo las ofertas hechas en épocas electorales de reparto de tierras y otras ventajas, ninguna de las cuales se cumplieron. Los braceros, decepcionados, se dieron de baja en el socialismo e ingresaron en la C.N.T.” La movilización en Casas viejas fue una simple Huelga General, pero la falta de comunicación entre el Comité Nacional de Trabajadores y el pueblo hizo que los Guardias Civiles de Asalto ya estuviesen avisados de una posible insurrección en el pueblo.
Las noticias no llegaron a los periódicos hasta el 12 de enero. Nos cuenta el periódico Luz, (edición del 12 de enero de 1933), que "Al amanecer del día 11 cortaron las comunicaciones telefónicas y telegráficas al mismo tiempo que cavaban zanjas en la carretera de acceso a la población para dejarla completamente aislada. Después, los anarquistas asaltaron el ayuntamiento, destituyendo a Juan Bascuñana, alcalde pedáneo del Partido Radical, proclamando el comunismo libertario y la abolición de la propiedad privada. Armados con escopetas y fusiles requisados, se dirigieron posteriormente hacia el cuartel de la Guardia Civil, obligando al edil depuesto a que les acompañara para que mediase en la rendición de los agentes. Los intentos de negociación fracasaron y se produjo un tiroteo en el que fueron heridos de muerte el sargento al mando del puesto y uno de los guardias. Sin embargo, los asaltantes no consiguieron tomar el cuartel.
Alertados por los graves sucesos las autoridades de la provincia ordenaron el envío de refuerzos para restablecer el orden. A primera hora de la tarde el sargento Anarte al mando de doce guardias de asalto llega a Casas Viejas. Sus hombres se despliegan rápidamente por todo el pueblo y disparan indiscriminadamente contra vecinos desarmados, matando a un hombre que se había asomado a la ventana para ver lo que ocurría e hiriendo gravemente a otros dos. Ante el cambio de la situación, los menos convencidos deciden deponer las armas mientras que los líderes más destacados huyen del pueblo.
A las cinco de la tarde llegó un segundo contingente de fuerzas del orden formado por otros doce guardias de asalto y cuatro guardias civiles al mando del teniente Fernández Artal. A su llegada, el oficial asume el mando y ordena registros en las casas de los supuestos cabecillas de la revuelta. Los agentes detienen entonces a Manuel Quijada, identificado como uno de los anarquistas que han participado en el asalto frustrado al cuartelillo de la Guardia Civil, junto a Encarnación Barberán, su mujer, a los que golpean salvajemente dejándolos malheridos. Mientras se producen estos hechos, en la parte alta de la población la familia de Curro Cruz, conocido como Seisdedos”, se atrinchera en su modesta vivienda dispuesto a resistir. En ella se habían refugiado dos de sus hijos, Perico y Paco, destacados miembros de la CNT en Casas Viejas, su nuera Josefa Franco con sus dos hijos, los niños Francisco y Manuel, su yerno Jerónimo Silva, su nieta María Silva, y Manuela Lago, una amiga de ésta última.
En el periódico Ahora se podía leer la siguiente noticia hablando del primer día de la revuelta.
Los asaltantes cortaron las líneas telefónicas y los guardias quedaron incomunicados. El gobierno, tras escuchar noticias de lo ocurrido, envió a un grupo de Guardias de Asalto para intentar paliar la revuelta. Intentaron forzar la entrada en la vieneda y los que estaban dentro dispararon produciendo la muerte de otro guardia civil. Después de otro asalto sin éxito, el equipo del capitán Rojas dio orden de disparar con rifles y ametralladoras hacia la choza y después ordenó que la incendiaran. Un hombre y una mujer intentaron huir corriendo pero fueron fusilados. Cinco personas quedaron calcinadas dentro de la choza entre los que se encontraban “Seisdedos”, sus dos hijos, su yerno y su nuera. La única superviviente fue la nieta de “Seisdedos”, María Silva Cruz, conocida como “la Libertaria”, que logró salvar su vida y la de un bebé que llevaba en sus brazos.
Primeras noticias sueltas de Ahora y el Liberal sobre los sucesos de Casas Viejas, como incidente menor.
Sobre las cuatro de la madrugada del ya 12 de enero se oían ecos de represalias por los guardias muertos. Se decía que había una orden directa del gobernador civil de Cádiz que daba la venia a los guardias para raizar a todo el pueblo y abrir fuego ante cualquier intento de resistencia a la autoridad. Mataron a un anciano y detuvieron a doce personas. Los detenidos fueron llevados a la casa de «Seisdedos» y, tras mostrarles los cadáveres de los guardias de asalto, allí fueron fusilados.
El capitán Rojas se refirió a estos crímenes en la comisión de investigación que se abrió para aclarar los hechos de Casas Viejas a la comisión Parlamentaria de investigación de los hechos de Casas Viejas de la siguiente manera: «Como la situación era muy grave, yo estaba completamente nervioso y las órdenes que tenía eran muy severas, advertí que uno de los prisioneros miró al guardia que estaba en la puerta y le dijo a otro una cosa, y me miró de una forma..., que, en total no me pude contener de la insolencia, le disparé e inmediatamente dispararon todos y cayeron los que estaban allí mirando al guardia que estaba quemado. Y luego hicimos lo mismo con los otros que no habían bajado a ver el guardia muerto que me parece que eran otros dos. Así cumplía lo que me habían mandado y defendía a España de la anarquía que se estaba levantando en todos lados de la República.»
Las muertes no acabaron ahí ya que los guardias civiles fueron casa por casa en búsqueda de anarquistas que hubiesen ayudado en la revuelta y les iban fusilando. En total, los Sucesos de Casas Viejas se saldaron con 26 personas muertas, entre hombres, mujeres, niños y guardias. Sin embargo no estuvo compensado, ya que fueron 22 civiles los fallecidos, y tan solo 3 guardias fueron los que perdieron la vida en esta tragedia.
La repercusión inmediata en los periódicos.
Tanto los periódicos de derechas como los de izquierdas pensaban que estos sucesos supusieron una equivocación del movimiento anarquista pero cada ideología intentó buscar un trasfondo distinto.
Los periódicos de izquierdas utilizaban como excusa que la población era analfabeta y que las malas condiciones de vida producidas por el paro y pobreza conducían a los obreros a proclamar el comunismo libertario. Por lo que este movimiento comunista estaba más provocado por la necesidad, que por propia convicción. En el periódico Crónicas, el 13 de enero, salió una entrevista que se hizo a un vecino del pueblo hablando sobre la pobreza, en la que destaca el analfabetismo.
En el periódico Luz, Diario de la República (12 de enero) también podemos observar que ponen de víctimas a los revoltosos culpando a la fuerza pública de haberles atacado.
En el ABC el día 13 de enero se podía leer la siguiente frase acusando a los campesinos de cualquier obra que hacían: «Fueron detenidos numerosos vecinos, incluso unos que conducían un cajón de hoces nuevas, afiladísimas, que pensaban utilizar para agredir a los guardias».
Y en el periódico La Época escriben sobre la última medida contra los revoltosos sin mostrar la pobreza en la que vivían estos, simplemete tratándolos como asesinos; al igual que en el periódico La Nación el 12 de enero donde no hablan de los vecinos muertos.
El periódico El Heraldo del 16 de enero, una vez ha acabado la revuelta, diciendo que La Pasionaria no era la terrorífica "libertaria" ni intervino en los sucesos.
Los sucesos de Casas Viejas supusieron un antes y un después. por el elevado número de asesinatos que llevó a cabo. Además se produjeron varios fusilamientos. Se produjo un alto balance de muertos que cuando fue sabido por la población española quedaron con miedo.
1.- Para el anarquismo porque a partir de ese momento muchos de sus sectores se plantearon la estrategia insurreccional como eje central. La CNT se movilizó convocando huelgas generales y llamando a la insumisión hacia un gobierno que «rivaliza en despotismo con las dictaduras fascistas».
2.- Para la República porque la gestión del suceso le costó el gobierno a la izquierda ya que en noviembre de ese 1933 la derecha ganó las elecciones. Los sucesos de Casas Viejas acabaron siendo un escándalo periodístico y parlamentario que ayudarían a la destitución de Manuel Azaña.
Este episodio de la Segunda República se convirtió en un gran escándalo que puso en cuestión el gobierno de Manuel Azaña, que se desligó de los hechos con rapidez, constituyendo uno de los principales detonantes de la crisis del primer bienio republicano. El Gobierno, dispuesto a sobrevivir al acoso que desde la izquierda y la derecha emprendieron contra él por la excesiva crueldad con la que se había reprimido el levantamiento, eludió responsabilidades. "No se encontrará un atisbo de responsabilidad para el Gobierno", declaró su presidente, Manuel Azaña, en el discurso a las Cortes del 2 de febrero de ese año. "En Casas Viejas no ha ocurrido, que sepamos, sino lo que tenía que ocurrir”. Frente a "un conflicto de rebeldía a mano armada contra la sociedad y el Estado", él no tenía otra receta, les repitió varias veces a los diputados, aunque se corriera el riesgo de que algún agente del orden pudiera excederse "en el cometido de sus funciones" (Diario de Sesiones, 2 de febrero de 1933)
Los partidos políticos y periódicos derechistas como el ABC o LA VANGUARDIA utilizaron estos hechos para arremeter contra el gobierno de Azaña. Esto se puede ver ejemplificado en la manera en la que incluso el ABC no culpabiliza a los Guardias Civiles, sino a las órdenes de Azaña y su mala gestión. Ya lo veíamos con la publicación del ABC de mayo de 1934 cuando el periódico intenta destruir la imagen del presidente.
3.- Porque se mostró la brutalidad con la que las fuerzas de orden público reprimieron una revuelta de campesinos y, por ende, del movimiento obrero (quedaban más episodios para comprobarlo). Decenas de campesinos fueron arrestados y torturados. Se aplicó la Ley de Fugas, arrestando a vecinos de Casas Viejas por tener armas. El capitán Rojas que fue juzgado y condenado a 21 años de prisión.
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Trabajo de de Violeta Sebastián
Trabajo de de Cristina Sanz
Trabajo de Alonso Merino
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